A pesar de que no podemos cambiar su riesgo genético de desarrollar diabetes tipo 2, sí sabemos que hasta el ejercicio y la pérdida de peso más modestos pueden retrasar o evitar el desarrollo de la diabetes tipo 2. Un estudio de investigación que marcó un hito, realizado por el Programa para la Prevención de la Diabetes (DPP) en los Estados Unidos en los 90s, demostró que cuando la gente modificaba sus factores de riesgo para la diabetes tipo 2, reducían la posibilidad de desarrollar la condición. En Finlandia se encontraron resultados similares.
Resultados del Programa de Prevención de la Diabetes (DPP)
En el estudio DPP, se inscribió a gente con pre diabetes y se le asignó 3 tratamientos diferentes:
- Cambios intensivos en el estilo de vida: ejercicio (30 minutos, 5 días por semana), una dieta saludable, y pérdida de peso (pérdida del 7% del peso inicial)
- Metformina, la droga para la diabetes
- Un placebo inactivo disfrazado como metformina
El grupo que realizó cambios en el estilo de vida tuvo 58% menos de probabilidades de desarrollar diabetes comparado con el grupo placebo. Y el grupo que tomó metformina tuvo 31% menos probabilidades de desarrollar diabetes a comparación del grupo placebo.
En otras palabras, los cambios en el estilo de vida y la terapia con metformina pueden retrasar o evitar el inicio de la diabetes tipo 2. Los cambios en el estilo de vida (pérdida de peso, dieta saludable y actividad) son la intervención más efectiva.